Por que temos vergonha de precisar de descansar?

¿Por qué nos avergüenza tener que descansar?

Nuestro miedo a admitir que necesitamos descansar está profundamente arraigado. En una sociedad que glorifica la productividad constante, la fatiga suele considerarse un defecto personal, y detenerse a descansar es señal de pereza o debilidad. Nos enseñan a valorar la resiliencia y la disponibilidad ininterrumpida, como si el cuerpo fuera una máquina incansable en lugar de un organismo con necesidades y límites.

Sentir la necesidad de descansar no es pereza; es nuestro cuerpo comunicándose con nosotros. Sin embargo, a menudo ignoramos estas señales, posponiendo los descansos hasta el final. Cuando finalmente paramos, es común sentirnos culpables, como si no mereciéramos ese tiempo. Esta culpa proviene de la creencia arraigada de que nuestro valor está directamente ligado a nuestra capacidad para trabajar sin parar.

Sin embargo, el descanso es esencial para nuestra salud física y mental. Al descansar, permitimos que nuestro cuerpo se recupere, que nuestro cerebro procese información y que nuestras emociones se equilibren. La falta de sueño y de descansos está relacionada con problemas de salud como el estrés crónico, la ansiedad, la depresión y la disminución de la capacidad de concentración.

En lugar de ver el descanso como un lujo, es crucial verlo como un acto de responsabilidad y autocuidado. Es la base que sustenta nuestra capacidad de ser productivos, estar presentes y saludables a largo plazo. Es hora de cambiar nuestra percepción y reconocer que el descanso es una necesidad humana básica, no un privilegio que se gana.

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