Mitos e verdades sobre o sono

Mitos y verdades sobre el sueño

El sueño sigue siendo uno de los mayores enigmas de la biología. Sabemos que es esencial para la vida, pero aún existen muchos mitos al respecto. En este artículo, aclaramos algunas de las creencias más comunes.


1. Todo el mundo necesita ocho horas de sueño.

Mito. Aunque ocho horas es una guía útil, las necesidades de descanso varían según la persona. Algunos adultos se sienten cómodos con siete horas, mientras que otros necesitan nueve para recuperarse por completo. Lo más importante es prestar atención a las señales de tu cuerpo, como tus niveles de energía durante el día y tu capacidad de concentración.

2. La siesta es mala para ti

Mito. Las siestas cortas, de entre 15 y 30 minutos, pueden ser sumamente beneficiosas. Mejoran la atención, aumentan la productividad y reducen la fatiga. El problema surge cuando la siesta es demasiado larga o se toma a última hora de la tarde, lo que puede interrumpir el sueño nocturno.

3. La luz azul afecta el sueño.

Verdadero. La exposición a pantallas de celulares, computadoras y televisores antes de acostarse puede retrasar la producción de melatonina, la hormona del sueño. Esto dificulta conciliar el sueño y reduce la calidad del descanso. Por lo tanto, se recomienda evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de acostarse.

4. La temperatura del dormitorio influye en el sueño.

Cierto. Dormir en una habitación demasiado caliente o demasiado fría puede interferir con tu ciclo natural de sueño. La temperatura ideal favorece la relajación del cuerpo y el descanso profundo. Un ambiente fresco y cómodo te ayuda a conciliar el sueño más rápido y a permanecer dormido toda la noche.

5. El cerebro se “apaga” durante el sueño

Mito. El cerebro permanece activo, procesando recuerdos, regulando hormonas y reparando tejidos. Es precisamente durante el descanso profundo que se llevan a cabo muchas funciones vitales.


Comprender los mitos y las verdades sobre el sueño te ayuda a tomar decisiones más informadas sobre tus hábitos de descanso. Y, sobre todo, escuchar a tu cuerpo es esencial para saber si estás disfrutando de un sueño verdaderamente reparador.

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